domingo, 27 de octubre de 2013

DE QUEVEDO, FRANCISCO (2006). La vida del Buscón llamado Don Pablos. Barcelona. Editorial Cátedra


Francisco de Quevedo fue uno de los autores más importantes del Siglo de Oro de la literatura española. Nació en Madrid, en el seno de una familia de hidalgos y durante su infancia se rodeó de nobles y potentados. Estudió teología, aunque nunca llegó a ordenarse y lenguas antiguas y modernas.
Durante su estancia en Valladolid, conoció los versos del autor Luis de Góngora, con quien empezó a rivalizar a través de la poesía. Se insinuaban ciertas cosas a través de los versos y esta disputa no acabó hasta que se produjo la muerte de Góngora.
En su obra tocó los tres géneros literarios: prosa, teatro y lírica, aunque este autor es mayormente conocido por sus poemas. Aparte de todo esto, también escribió obras políticas, ascéticas, filosóficas…
Esta historia está dividida en tres grandes fragmentos (Libro Primero, Libro Segundo y Libro Tercero).
En el Primero se narra la vida de Pablos, el protagonista. Es hijo de un barbero que robaba a sus clientes y de una mujer que era acusada de brujería. En el colegio conoce a Diego con quien posteriormente va a una residencia, donde cayeron enfermos y, después a Alcalá de Henares a estudiar, donde son víctimas de novatadas.
Un tiempo después, el padre de Pablos es condenado a muere, y su madre ingresa en prisión acusada de brujería.
En el libro segundo se cuenta cómo el protagonista vuelve a su ciudad natal (Segovia) donde conoce a varios personajes muy peculiares. Al final, después de una serie de aventuras, regresa a Segovia para cobrar la herencia de sus padres y, junto con un noble arruinado parte hacia Madrid.
En el Libro Tercero podemos ver las farsas que lleva a cabo Pablos. Farsas que son descubiertas, por lo que acaba en la cárcel. Logra escapar de ella en dos ocasiones hasta intentar ir a las Indias a intentar cambiar de vida.

No recomendaría este libro, ya que me parece aburrido y sin sentido. Creo que hay que estar preparado para afrontar este tipo de lecturas, porque si no se es un lector habitual puede que no se entienda el vocabulario empleado. 

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